La banda
El sábado 1 de junio de 2024 fue una madrugada que marcaría el comienzo de una nueva era para el punk melódico en Curicó, Chile. JMX (Proyectosolo), tras años viviendo en Santiago, volvía a su ciudad natal. En su auto cargado de cajas y recuerdos, regresaba para reconectar con sus raíces, decidido a empezar una nueva vida en el lugar donde todo había comenzado. Pero él no era el único que había vuelto. Koke también había regresado a la ciudad unos años antes, después de un buen tiempo fuera, mientras que Diego y MC Boa, viejos amigos y leyendas locales, siempre habían permanecido tocando dentro y fuera de la ciudad, construyendo su reputación con una banda que ya era famosa en la escena (Nuestros Mejores Días).
La conexión en la madrugada
Diego y MC Boa habían mantenido el fuego del punk y el hardcore vivo en la ciudad durante años. Con su banda, que ya había dejado huella en los escenarios locales y a lo largo del país, habían creado un legado que los definía.
Sin embargo, esa noche algo distinto estaba a punto de suceder. El reencuentro de estos viejos amigos marcaría el inicio de algo nuevo y fresco, aunque igual de potente.
Después de una tocata cargada de energía, MC Boa y Diego, junto a Koke, se dirigieron a la casa de JMX, con la adrenalina aún corriendo por sus venas. No muy lejos de ahí, JMX llegaba con su auto cargado de sus pertenencias, de vuelta a la ciudad que lo vio crecer. El reencuentro frente a la casa de JMX fue un momento cargado de significado. Sin palabras grandilocuentes, sabían que algo importante estaba a punto de suceder.
Lo que empezó como una visita casual entre amigos, pronto se convirtió en una conversación que cambiaría sus vidas. Sentados en la cocina de JMX, rodeados de cajas sin desempacar y con un ambiente cargado de nostalgia, los cuatro comenzaron a hablar sobre música, sobre la vida, y sobre lo que podría venir a partir de ese momento.
Fue en esa charla, entre bromas y recuerdos, que la idea surgió: ¿por qué no formar algo nuevo? JMX, de vuelta a su ciudad natal, Koke revitalizado por su regreso años atrás, y Diego y MC Boa, ya consolidados en la escena, decidieron unir fuerzas. Allí, las ideas comenzaron a fluir. No necesitaban tocar ni ensayar para saber que algo especial estaba naciendo.
Una nueva voz en la escena
El nombre, Rey Fuego, llegaría mucho después, pero esa noche fue el verdadero inicio. La banda fue un espacio de conexión para ellos, un renacimiento en la escena punk de Curicó, con un espíritu que combinaba lo mejor de sus pasados y la promesa de un futuro cargado de ruido y energía.
Más que una banda, forjaron una nueva manera de hacer música, un estilo que capturara la emoción del melódico.
Y aunque el nombre se lo darían mucho después, ese fue el verdadero inicio de algo que resonaría mucho más allá de las calles de su ciudad natal.
